Tal vez una forma de seguir vivo, tal vez una ramificación más del mercado editorial o de intereses creados que la verdad creí concluidos con respecto a Bolaño con las publicaciones póstumas de “El Secreto del Mal” y “La Universidad Desconocida”, por cierto esta última, algo abocetada para mi gusto, aunque rescato muchos de sus poemas. Me gustaría conocer la opinión en este caso del propio Bolaño, del que ya de por sí cuentan que dejó “2666” elaborada para la posterior publicación, con la condición de que se hiciera por separado, pensando en el bienestar de su familia. Al final, un persuasivo Herralde con gran criterio (mi agradecimiento como lector) y supongo que una compensación económica difícil de rechazar por la familia, pasaron por encima de la voluntad del bueno de Bolaño (por otro lado nada que no haga una editorial común con un escritor vivo).
Pero resultan paradójicas las nuevas noticias que esta vez nos trae Letralia sobre una nueva publicación futura de Roberto Bolaño, “El Tercer Reich”. Desconozco si también estaba incluida en el mismo paquete que “2666”, que ya podríamos denominar “caja bolañesca de supervivencia post mortem” (otra vez recurrente la expresión); tal vez con ello intente frivolizar una situación que me deja ciertas gotas atónitas (y sucias) que hoy no puedo desincorporar (tal vez sea por lo desapacible del día). Detrás de esta sorprendente noticia se entreteje una madeja de representantes, editoriales, la viuda, agencias, que emborronan desde mi perspectiva la ardua labor y el universo de este escritor que, tras la lectura de “Los Detectives Salvajes”, me enganchó a su causa.
Pienso en todos los escritos, cuentos, apuntes de libreta, frases de las que me he arrepentido o que han acabado olvidadas en algún cajón, papelera o simplemente sobre una mesa coja por mi descuido; y supongo que a Bolaño le pasaría lo mismo, más si cabe por su compulsiva creación. La verdad es que a mí no me gustaría que alguien se pusiera tras mi muerte a barrer letras y a dotarlas de una cierta armonía hasta sumar ciento cincuenta y tres páginas y constituir un ente publicable… si se quedaron ahí es por algo (y ya en el anterior post he rogado que sólo se dediquen a contar las cosas malas). Esto me lleva a pensar que estoy abocado a arrepentirme de lo que escribo y sin embargo Roberto no va a tener esa oportunidad al menos en este mundo de imperfecciones pulidas por el dinero y los intereses económicos que vienen a ser sinónimo de supervivencia.
Pero en fin, que no me voy a dejar llevar por la emoción (negativa) y sí contar lo que está sorpresiva novela en ciernes. Resulta que Carolina López (la viuda) llama al agente Andrew Wylie comentándole que tiene un borrador mecanografiado de la referida novela (“El Tercer Reich”) y corregido a mano por el propio autor. Borrador cuya existencia desconocía el propio Herralde y que es ofrecido a The Wylie Agencie para que, después del cuatro de noviembre que caducan los derechos con la agencia de Carmen Balcells, firmen el contrato sobre los derechos. En fin, toda una novela en sí y cuyas conclusiones es mejor sacar de forma individual; si alguien quiere saber más incluso un adelanto de la trama, es mejor recurrir a la web de Letralia que se hizo eco de las declaraciones de Wylie en la 60ª Feria del Libro de Frankfurt. Esto va de ferias. Se admiten comentarios.

Pienso en todos los escritos, cuentos, apuntes de libreta, frases de las que me he arrepentido o que han acabado olvidadas en algún cajón, papelera o simplemente sobre una mesa coja por mi descuido; y supongo que a Bolaño le pasaría lo mismo, más si cabe por su compulsiva creación. La verdad es que a mí no me gustaría que alguien se pusiera tras mi muerte a barrer letras y a dotarlas de una cierta armonía hasta sumar ciento cincuenta y tres páginas y constituir un ente publicable… si se quedaron ahí es por algo (y ya en el anterior post he rogado que sólo se dediquen a contar las cosas malas). Esto me lleva a pensar que estoy abocado a arrepentirme de lo que escribo y sin embargo Roberto no va a tener esa oportunidad al menos en este mundo de imperfecciones pulidas por el dinero y los intereses económicos que vienen a ser sinónimo de supervivencia.
Pero en fin, que no me voy a dejar llevar por la emoción (negativa) y sí contar lo que está sorpresiva novela en ciernes. Resulta que Carolina López (la viuda) llama al agente Andrew Wylie comentándole que tiene un borrador mecanografiado de la referida novela (“El Tercer Reich”) y corregido a mano por el propio autor. Borrador cuya existencia desconocía el propio Herralde y que es ofrecido a The Wylie Agencie para que, después del cuatro de noviembre que caducan los derechos con la agencia de Carmen Balcells, firmen el contrato sobre los derechos. En fin, toda una novela en sí y cuyas conclusiones es mejor sacar de forma individual; si alguien quiere saber más incluso un adelanto de la trama, es mejor recurrir a la web de Letralia que se hizo eco de las declaraciones de Wylie en la 60ª Feria del Libro de Frankfurt. Esto va de ferias. Se admiten comentarios.
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