La suposición se convirtió en amenaza cuando advertí lo que ocurría. Me sentía sumido en una oscuridad propia de un largo letargo etílico; no daba crédito a lo que mi mirada apenas podía concluir. Son las gafas. Han permanecido rayadas todo este tiempo. Me di cuenta cuando aprecié que, al tropezar, un surco recorría la lente izquierda de lado a lado.
¿Por qué yo?
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No se me ocurre nada. Sin duda fue un buen día. Una buena noche. Me
gustaría decir algo, pero no tengo las palabras. A veces es como
convencerse de que ...
Hace 1 mes
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